Considerado como Bien de Interés Cultural, el Mercado de San Miguel es una joya en pleno centro de Madrid. Con más de un siglo desde su establecimiento, este mercado sigue conquistando con los sabores y esencias más típicos de la gastronomía española y madrileña. Referente de la ciudad y visita imperdible. En sus más de veinte puestos te aguarda una aventura culinaria digna de visitar.
Sobre los orígenes del Mercado San Miguel
A más de cien años de su creación, el Mercado San Miguel representa un símbolo en la capital española. El lugar que ocupa perteneció a una parroquia que José Bonaparte ordenó demoler y a la que debe su topónimo.
Posterior al derrumbe de la iglesia, que se fecha el 28 de noviembre de 1809, el sitio pasó a ser una plaza donde comerciaban productos perecederos. Luego, el espacio se convirtió en una feria especializada en la venta de pescados. No fue hasta 1835 que Joaquín Henri diseñó un plan, del cual solo se pudo conseguir mayor orden de los cajones comerciales.
Finalmente, es en 1911 que Alfonso Dubé asume la directiva del proyecto y el 13 de mayo de 1916 se inaugura el Mercado de San Miguel. Las obras acontecieron en dos fases para no interrumpir las actividades mercantiles en la región.
Un comercio centenario en la zona más castiza de Madrid
Este fructífero comercio se ubica junto a la Plaza Mayor de Madrid y constituye la única muestra de la arquitectura de hierro que ha trascendido hasta nuestros días. El edificio ocupa una superficie aproximada de 2000 metros cuadrados. Todo su diseño es impresionante y utiliza el cristal para favorecer que la luz invada el interior del recinto.
El Mercado de San Miguel mezcla con absoluta perfección elementos del pasado con el modernismo actual. Y, aunque ya se cumplen más de 100 años desde que fuera creado, florece como en sus inicios.
Para suerte y fortuna del edificio histórico, hoy funge como uno de los principales centros gastronómicos con prestigio más allá de las fronteras. Los puestos de venta se han convertido en bares y áreas de estancia con mesas altas donde los transeúntes degustan los sabores más típicos de España.
Mercado de San Miguel, una cita con la cocina ibérica
Mejorar y enriquecer la actividad del mercado es una meta constante para sus empresarios. En tal sentido, hoy los visitantes disfrutan de una espléndida zona de tapeo entre bares y tascas. Cuando caminas por este famoso comercio a lo largo de sus más de 20 puestos, vives una experiencia extraordinaria.
Pescados, mariscos, carnes, ahumados, postres maravillosos y una variada oferta de vinos están disponibles al público en este lugar. Cada día el trasiego de personas es muy grande dentro del amplio recinto. Unos prefieren La Spritzeria, otros van hacia el Café Negro, mientras hay quien apuesta por un buen vino en el 19 de San Miguel.
Los platos que allí se degustan son elaborados con los mejores ingredientes. Las recetas incluyen desde jamón ibérico de alta calidad hasta mariscos frescos que llegan a diario de Galicia.
De igual modo, de la mano de adiestrados chefs nacen los arroces mediterráneos más exquisitos del centro de Madrid. Por supuesto, ¿cómo podrían faltar los quesos? La oferta del producto es igualmente grande y diversa e incluye las especiales de Castilla, Asturias y el País Vasco.
Sin dudas, en el Mercado de San Miguel encontrarás lo más destacado de la gastronomía española. ¿Estás listo para vivir una experiencia culinaria sin precedentes?